19 de diciembre de 2007

Blogsayo III. Acerca del artículo de Pérez-Reverte

“Ruido marginal y ganas de dar por saco”, “Parafernalia porculizante de Satán” “Cenutrios largando escupitajos”...

Estos son algunos de los atributos que el señor, académico de la lengua, Pérez-Reverte, dedica a los grupos de heavy metal en su articulo publicado el día 16 de Diciembre de 2007 en el suplemento XL Semanal.

Creo que solo cabe plantearse sí este tío es imbécil, o simplemente se lo hace.

He de decir que comprendo y me gusta la buena voluntad de este artículo: trata de lavar la imagen de “absurda bazofia analfabeta” de la que goza el heavy metal en algunos sectores no menos absurdos de la sociedad española.
No obstante, puesto que a quién nos interesa sabemos perfectamente qué es mierda y que no lo es, no nos importa que venga un tío que no entiende de música, y no solo eso, al que ¡¡¡no le gusta la música!!! a largarnos la milonga de que el Alexander the Great es una canción maravillosa y super-culta que demuestra lo lectores que son los cantantes-de-voz-desgarrada, o que en palabras del autor “han leído libros con pasión desaforada”: ¿Y él que sabe con que pasión los han leído o no?
Pero, en fin, es un artículo de opinión, y cada uno tiene la suya. Lo que no me parece correcto es, que sin conocer sobre un tema, se intente dar lecciones magistrales sobre él.

Qué Mago de Oz hable de Alatriste en una canción, no justifica que excuses tu falta de sentido musical de cualquier tipo, tratando de alabar el Metal, cuando lo que haces, más bien, es hacerte eco de ideas preconcebidas (y falsas) que a los que nos gusta nunca nos creímos. ¿A quién tratas de convencer? ¿Qué pretendes? ¿Qué los lectores del ABC abandonen sus prejuicios (los mismos que tú tenías), y dejen a Bisbal por Dickinson?

Por último me gustaría mencionar una frase del final del artículo: “La cultura que tanto imbécil oficial les niega”....Arturo, eres un rebelde! yeah!

P.D: He de reconocer que me daría mucho miedo que Reverte leyera esto...aunque si es por decirle, le diría que se dejara esas miraditas de “romperé-tú-cámara-reflex-con-mi-ego” para ocasiones de otra índole.

12 de diciembre de 2007

Blogsayo II. Sobre la manipulación en la guerra del golfo

En 2003 el actual presidente de los EE.UU de América George W.Bush, aseguraba ante el mundo entero la existencia de armas de destrucción masiva en territorios irakíes. Esa mentira justificó una guerra injusta que causó la muerte de miles de civiles en Irak.

Trece años antes, su padre, George H.W.Bush utilizó artimañas parecidas para ganarse a la opinión pública y a la ONU y justificar otro conflicto armado con Irak. Pero está vez la cosa fue más lejos.

Una empresa de publicidad de considerada reputación (encargada entre otras cosas del marketing de la empresa Pepsicola) recibió 10 millones de dólares, el equivalente al coste de una campaña electoral americana, por encargarse del caso.
La base de esta campaña, fue el supuesto asesinato cometido por el ejercito irakí en un hospital de Kuwait: con el fin de robar material médico, los soldados irakíes sacaron bebés recién nacidos de las incubadoras y los dejaron morir en el suelo.
Con lágrimas en los ojos, una kuwaití de quince años, testigo anónimo de los hechos, relataba lo sucedido ante un congreso especial de las Naciones Unidas. Al poco tiempo Amnistía internacional publicaba un informe con la cifra exacta de bebés muertos: 312.

Como era de esperar, la opinión pública norteamericana quedo conmocionada por los hechos, y no dudó en apoyar la actuación armada de los marines estadounidenses, que ya contaba con la aprobación de la ONU.

A los pocos meses, un grupo de periodistas canadienses reveló al mundo (en España el reportaje fue emitido en la televisión pública en su horario habitual de las tres de la mañana) la verdad sobre el “caso incubadoras robadas”:

Nunca hubo trescientos bebés juntos en un hospital de Kuwait.
Nunca fueron robadas las mencionadas incubadoras.
Y la única testigo de los hechos fue la hija del embajador kuwaití en EE.UU.

Cuando se interrogó a los implicados en el caso (desde luego de manera extraoficial), estos se mantuvieron en sus trece respecto a lo sucedido. El embajador aseguró que mandaron nuevas incubadoras al día siguiente de los acontecimientos y reiteró que su hija dijo la verdad en sus declaraciones.
Sin embargo no pudo explicar porqué la sede de la empresa de publicidad Hill and Knowlton, cuyo máximo directivo era asesor del presidente de EE.UU, cedió una de sus plantas a la organización “Association for a free Kuwait”.
Tampoco pudo explicar porqué fueron donadas cantidades ingentes de dinero a dicha asociación, ni porqué todos los médicos presentes en el hospital en el momento de los hechos negaran lo sucedido e incluso la presencia de su hija en Kuwait.
Sin embargo, y pese a las pruebas, este grupo de periodistas apenas consiguió movilizar a la población, ya que está comprobado que eso solo se consigue con 10 millones de dólares.
Parece mentira que los americanos (y no solo ellos) cayeran en una manipulación de igual calibre (e incluso más inverosímil) tan solo trece años después. Claro está que Bush hijo asegurará hasta su muerte la existencia de armas de destrucción masiva en Irak, y su padre la muerte de aquellos pobres e indefensos niños prematuros en Kuwait.

Solo me queda decir, o más bien gritar : ¡No a la manipulación en los medios de información! (tal como reza una pintada en un muro de mi facultad). El debate queda abierto, creo que es algo que no puede dejar indiferente a nadie.

10 de diciembre de 2007

Blogsayo I. Sobre el enamoramiento

El enamoramiento es un fenómeno curioso (como casi todos los temas de los Blogsayos). Que si sí, que si no. Normalmente los enamoramientos, tal como yo los entiendo, no llegan a buen puerto. De hecho, normalmente no te enamoras y luego sales con una persona, sino que sales con una persona y luego te enamoras, cosa que no debería ser así. Eso en el mejor de los casos; en el peor te enamoras y ahí te quedas. ( Habría un caso peor que el peor, que sería el de no enamorarte, que no es malo, sino triste, aunque muchas veces mejor que el peor. (blablabla).
A continuación haré un esbozo del esquema del enamoramiento:

- Llegado el momento en que tienes una persona en mente, empiezas a notar que tienes una gran cantidad de similitudes con ella (¡Oh dios mío!¡Pero si somos almas gemelas!)
Seguramente esto no sea cierto, pero a ti así te lo parece, e incluso se lo aseguras a tus amigos. En el último capítulo te darás cuenta de que lo que parecían similitudes son comparaciones, y lo que parecían pequeñas y graciosas diferencias, son enormes abismos.

- El capitulo intermedio es diferente para cada persona. Aquí tenemos opiniones para todos los gustos. Cada uno es como es, amigo. Los hay que dan el paso corriendo, no vaya a ser que se desenamoren. Los hay que esperan a que un minúsculo ser asexual con alitas, arco y flechas les mande un conjuro mágico. Los hay que creen que una fuerza sobrenatural actuará en consecuencia. Y los hay que simplemente pasan, porque creen que todo les sale mal siempre y pasan de tratar de poner ilusión (y tiempo) en algo que no va a dar resultado y que encima les hará sentir ingenuos y estúpidos.
Estos últimos suelen tener un pequeño resquicio en la circunvolución del cerebro dedicada al enamoramiento (no, el amor no reside en el corazón) que confía en aquel pequeño ser alado.

- El último capitulo lo omito, porque esta historia tiene muchos desenlaces, y para gustos colores. Aunque no olvidéis que el final de todo ser es la muerte, o bien otra cosa que me he dado cuenta de que es demasiado terrible como para ponerla en mi blog (Tampoco quiero que me censuren en China, compañeros de Sima de Rol).

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Si desearíais no enamoraros nunca, estáis perdidos (Hasta los Nexus 6 se enamoran)
Si seguís creyendo que cupido os salvará...no tengo consejo que daros
Si no podéis esperar el gran día en que volváis a enamoraros de nuevo, enhorabuena
Y si sabéis que es algo cruel e inevitable, bienvenidos al club.

Y puestos con los tipos de gente que hay, los habrá que lean esto y piensen que que pesimismo irradia, pero como decía alguien de cuyo nombre no quiero acordarme, no es pesimismo, es realismo. Y el realismo es algo personal e intransferible. Así que dicho queda, es mi opinión y la comparto.

Me despido, saludos desde este blog que no pretendía contener filosofía barata, y la contiene y la contendrá. (porque es lo que le da sentido)


P.D: blablabla significa: “párate a pensar el barullo que acabas de leer”