21 de febrero de 2009

ARCO 2009



No entiendo por qué la gente tiene tanta manía a ARCO. A parte de que la entrada cuesta medio riñón, y el catálogo el otro medio, claro. Pero teniendo en cuenta que la mayoría de la gente va con invitación, que si te descuidas te dejas la espalda de tantas revistas que coges, y que te invitan a café y cócteles de colores, la situación compensa. Vuelves a casa con mucha cantidad de material que escrutar, recortar y reciclar, sin un riñón, sin espalda y con el hígado destrozado de tanto cóctel... pero has tenido ocasión de contemplar lo último de lo último que se cuece en el panorama artístico internacional.
Y una observadora ha comprobado que lo último de lo último son la fotografía, las manualidades y los audiovisuales.



En Arco, ¿Principios? Los justos. Este año no había caballos muertos como en los 80, pero en el stand de El País, la azafata llevaba tales taconazos, que apenas se podía mover para decirles a los osados visitantes que no tocaran las obras... ¿Frikismo? Sí, mucho. ¿Crítica? Un vídeo mostraba, con estética de Ciencia Ficción, los trapos sucios de las empresas multinacionales. ¿Consagrados? Un Bacon, un Lucio Fontana... ¿Y de crisis? Nada. Los puntitos rojos de “vendido” se acumulaban, sobre todo, en las fotos. Los galeristas celebraban con champán.



En fin, un espacio enorme, inabarcable en una tarde larga. Miles de propuestas, unas interesantes y otras no tanto. Y merece la pena (más a un si estas en posesión de una cámara de fotos).

Una obra interesante es esta, por ahora de autor desconocido para mí. La parte que se ve a simple vista de la obra es la primera imagen de la composición, utilizando las gafas que se ven en la segunda imagen (aquí llamadas Filtro Fantasma) aparecen las imágenes tres y cuatro según se mire por la parte roja o por la azul, respectivamente. Como no te esperas esas imágenes, la obra en conjunto resulta bastante impactante, y además se percibe un tremendo dolor en las expresiones de los retratados. Una propuesta muy interesante.