6 de junio de 2009

Defensor@ del Lector

La figura del defensor del lector nunca me ha gustado del todo: ¿Quién le paga? ¿No está adscrita a la línea editorial? ¿Tiene potestad para criticar abierta y sinceramente a la mano que le da de comer? ¿Está su lugar de trabajo cerca del de los compañeros con los que forzosamente habrá de meterse?

Según he podido observar, la en este caso defensora del lector de El País, Milagros Pérez Oliva, basa su sección en reproducir textualmente las quejas de los lectores, dar voz a las partes implicadas y pedir que se corrijan fallos técnicos o de incumplimiento del Libro de Estilo. Que no es poco.

Otra de las cuestiones que se suele poner en duda son las Cartas al director. En concreto, El País Semanal, ahora conocido como EPS, parece publicar solo cartas laudatorias y alabanzas a sus escritores, que se aferran fielmente a la línea editorial: ¿cartas inventadas? ¿rigurosa selección?

Este tema lo trata precisamente un artículo de la defensora del lector de El País. Por lo visto, hay escritores habituales de esta sección, que cazan al vuelo las cartas desechadas, esquivadas e ignoradas. Uno de los lectores que se queja a la defensora, pide incluso que se cuenten las cartas publicadas a personas con nombre y apellidos cuya presencia es habitual y frecuente en la sección. La cuenta se hace, y los resultados son más evidentes que lo esperado.

Cuando se pregunta a los responsables de la sección de opinión, encargados de seleccionar las cartas que se publican, alegan razones de “espacio” o de ortografía y respeto. Sin embargo, a la defensora se le va la lengua y nos cuenta que se han publicado textos que curiosamente descalifican de manera “grosera” a miembros del Partido Popular. ¿Partidismo? Algo “intolerable” según el Libro de Estilo.

La teoría está clara. Los requisitos para publicar una carta son "Que estén bien escritas, traten temas de actualidad y aporten una visión distinta o puntos de vista novedosos. Lo cual incluye, por supuesto, cartas que disientan de la línea editorial del periódico".
Así mismo "La figura del Defensor del Lector fue creada por la Dirección de EL PAIS para garantizar los derechos de los lectores, atender a sus dudas, quejas y sugerencias sobre los contenidos del periódico, así como para vigilar que el tratamiento de las informaciones es acorde con las reglas éticas y profesionales del periodismo. Puede intervenir a instancia de cualquier lector o por iniciativa propia".

Las cartas, nunca mejor dicho, están sobre la mesa. Otra cosa es que los lectores se fíen. Como bien afirma la defensora, cuyo papel consiste en ser políticamente correcta, aquellos cuyas cartas no sean elegidas siempre estarán en desacuerdo con las medidas de selección.

4 comentarios:

Nimendil dijo...

La figura del defensor del lector es, como dices, una figura controvertida por el mero hecho de que trabaja para aquellos a los que tiene que, de algún modo, "atacar".

Yo creo que respecto a fallos, digamos, a nivel periodístico si que es más o menos fiable, pero cuando su trabajo choca con la linea editorial y las opiniones del periódico, el defensor del lector está igual de sujeto que el resto de perioditas a lo que digan desde arriba.

Guybrush dijo...

No entiendo cómo se han pasado décadas enviando cartas al periódico sin que se las publiquen y no han abierto un blog. Seguro que más gente leería sus opiniones. Y si a alguien no le gustan, en vez de censurarlo y tirarlo al cubo de la basura, solo podría cerrar la página. Carrozas.

Supongo que esto pasará en todos los periódicos, pero atención a las cartas al director que publicó el ABC el 14 de mayo

Varias cartas de lores británicos cagándose en uno de los suyos y las publican. Así, sí.

Pejooe dijo...

A mí la figura de defensor del lector me parece antinatura, no puedo fiarme de una figura que, siendo pagada por el periódico, tenga TOTAL libertad para criticar, amonestar o tomar cartas en cualquier asunto que ataña a los derechos del lector, que por otro lado, ¿cualés son?

Además, como no creo en el objetivismo del periodismo(aún se piensa que un periodista puede ser objetivo?, eso es imposible) tampoco creo que exista a la hora de elegir qué se publica, cómo se publica, etc, etc.

Ana-Cronista dijo...

- En cuanto a fallos a nivel periódistico, el "defensor" lo único que hace es cotejar con el libro de estilo. Además, la gente no se suele quejar sobre eso, cuando hay motivos de sobra para hacerlo.

- Muy gracioso lo de los lores Guybrush, no se como llegas a esas cosas en la red...

- La subjetividad mantiene el Statu quo, porque los medios ofrecen normalmente la opinión con la que sus lectores se identifican. El problema viene cuando son estos los que la cuestionan.