5 de diciembre de 2013

La importancia de los huevos


Hoy quiero poner sobre la mesa algo importante. Algo importante de los huevos. Literalmente.
Desde 2004, la Unión Europea regula el etiquetado de los huevos, de manera que los consumidores podamos conocer su origen y obrar en consecuencia. Todos los huevos deben llevar impreso en la cáscara un código. Es importante mirar la cáscara del huevo, porque las indicaciones de la huevera pueden ser confusas o en algunos casos no del todo fiables.
La primera cifra es la que más nos interesa. Será un 3, 2, 1 o 0. Cada uno de estos números corresponde a una manera de criar a las gallinas ponedoras.
Visualmente, este es el concepto correspondiente a cada número:

Si el huevo está marcado con el número 3, significa que las gallinas malviven hacinadas en jaulas toda su vida (que no se alarga más de 18 meses), dentro de naves cerradas con luz artificial constante para aumentar la productividad. Si queréis saber más sobre este sistema de cría, podéis echarle un vistazo a este vídeo http://www.youtube.com/watch?v=_pEhJbSO1fo

El número 2 significa que las gallinas "viven" en el suelo, en espacios densamente poblados, se pisotean unas a las otras, no tienen acceso al exterior ni a la luz natural, tienen el pico cortado para que no se hagan daño al atacarse, defecan unas sobre las otras y están expuestas a una luz artificial constante para aumentar la productividad.

Ni que decir tiene que estos dos métodos de cría provocan enfermedades asociadas en las gallinas ponedoras, que deben ser alimentadas con antibióticos. Ha llegado el momento de preguntarse si queremos comer huevos puestos por estas gallinas enfermas.
No hay que olvidar que la cría de gallinas es un negocio cómo cualquier otro, pero eso no significa que debamos dejar de lado el bienestar de los animales. Está en nuestras manos como consumidores terminar con estas prácticas de cría - especialmente en España dónde la práctica generalizada son las gallinas en jaulas. Para fomentar el buen trato de las gallinas ponedoras debemos comprar huevos marcados con los número 1 o 0.

El número 1 significa que las gallinas han sido criadas en naves con acceso al exterior y a la luz natural. Generalmente también pueden picotear hierba y darse baños de arena.
El número 0 corresponde a la producción de huevos ecológica y significa que las gallinas, además de ser criadas al aire libre, son alimentadas con piensos ecológicos y con un uso muy limitado de medicamentos.

Así mismo los huevos llevan un código ISO del país en el que han sido puestos. Es importante para cuidar el medio ambiente que tratemos de disminuir en la medida de lo posible la huella de carbono; es decir, es tan sencillo como que si compramos un huevo puesto por una gallina de nuestro pueblo, se va contaminar mucho menos que si el huevo tiene que ser transportado desde otro país hasta nuestro supermercado.

Espero sinceramente, queridos lectores, que la próxima vez que veáis esto:


no compréis los más cercanos o los más baratos.


Este post surge a raíz de una presentación oral que preparé para la clase Media Training, y en la que mis compañeros, jóvenes europeos, me agradecieron que les hubiera informado sobre esta política de los huevos, de la que no estaban al corriente. Espero que mis lectores acojan con igual entusiasmo mi pequeña contribución al bienestar de las gallinas ponedoras europeas. 
Si tenéis alguna duda no dudéis en preguntarme o dejar un comentario.

¡Hasta pronto!

29 de noviembre de 2013

Postales de Bruselas

Hace algo más de dos años vaticinaba que volvería a Bruselas. Y aquí estoy. La mayor parte del tiempo siento que desaprovecho está maravillosa ciudad, porque voy de clase a la mesa de estudio. Pero en el fondo se que no es verdad. Que cuando sale el sol automáticamente se activa una y se activa la ciudad.
Simplemente de camino a clase disfruto de la multiculturalidad y el cosmopolitismo de esta ciudad que acoge a inmigrantes de los rincones más diversos del mundo. Ciudad de contrastes. De sombras y de luces. Cada día disfruto de las incoherencias belgas, que he aprendido a apreciar (me voy convirtiendo poco a poco).
Parece que sentimos una atracción irremediable por las listas (en realidad sólo algunos según mi amigo Francisco...). Aquí os dejo la mía:























24 de junio de 2013

Boardwalk Fail


En torno a unas jarras de cerveza se generó hace tiempo una conversación sobre series. Hay gente que parece que las ha visto todas. Yo andaba huérfana de serie y sin ganas de ninguna en concreto (ganas tenía, claro, de que volviera Don Draper), así que tras la conversación decidí empezar con Boardwalk Empire. El nombre de Scorsese me sonaba a garantía, y además me encanta el cine de mafia y son fan absoluta de Los Soprano. También me gustan las series de época, con lo que parece que esta serie tendría un alto porcentaje de posibilidades de gustarme. Pues no.

El argumento es totalmente predecible y falto de originalidad (en serio, ¿hay alguien que en el primer capítulo no sospechara ya que la pobrecita madre maltratada iba a acabar con el rico mafioso?)
Eso sí, la post producción es estupenda y el vestuario delicioso, los actores (masculinos) sublimes y Steve Buscemi casi perfecto. Pero ni con esas me conquista. Dos temporadas y punto final.

Además, la violencia se me hace desagradable, exagerada. Como he dicho soy asidua al cine de mafia, así que la violencia (y la violencia gratuita muy propia entre la mafia) no suelen ser cosas que me molesten, al contrario, una historia de mafia sin violencia sonaría irreal y suavizada. Pero en este caso la violencia es cruel y desagradable. No se si me habré hecho mayor o es que Los Soprano (que vi entera el año pasado) y que además es del mismo escritor, Terence Winter, es una serie dulzona y familiar...

En cualquier caso aprecio ciertas escenas cuidadas en la realización, como esta que pone de manifiesto la enorme distancia que hay entre el Agente Nelson y su mujer:






Este tipo de tratamientos artísticos se agradecen. Perdonen la vehemencia, parece que la serie al fin y al cabo no es tan tan mala.

3 de junio de 2013

Una esquina de Madrid

Dos propuestas en una misma intersección en Madrid.
Por un lado la librería La Central, que hace ya no tan poco que abrió sus puertas en el centro, y que cuenta con una cafetería pero sobre todo con una increíble variedad de libros apetecibles.



Por otro lado la terraza de El Corte Inglés de Callao, reconvertida en espacio gourmet y desde la que se pueden contemplar unas singulares vistas de la ciudad.